Esta colección de "retratos de insectos", si, si, retratos... pues lo que pretendía, era lograr un cara a cara con ellos, fué realizada con mi vieja Kodak 6490DX de 4 megapíxeles, con la que se podría decir que me inicié en la fotografía. Para lograrlo, la modifiqué añadiéndole un tubo de extensión y una lente Rainox 250DCX que me permitía exprimir al máximo sus 380mm con una nitidez increibles, eso sí, a menos de 10 cm del bicho y teniendo que utilizar un difusor casero para conseguir luz.
"Esa boquita"

"Sonrisas"

En esta ocasión, se me ocurrió salir a hacer fotos a las tres de la tarde en pleno verano, ¡una locura! pero que tuvo su recompensa, hacía algo de viento y las libélulas estaban muy activas. Pensé, no voy a sacar nada, pero ya que he salido, ¡que demonios! ¡voy a intentarlo!, así que empecé a seguirlas hasta que dí con una que acababa de posarse en una ramita de hinojo de unos 190 cm de altura. Me aproximé y me dejó, se estaba comiendo una mosca que acababa de cazar al vuelo, así que dispuse mi cámara a unos 10 cms de la libélula y esperé a que el viento y el cimbreo de la rama me dejasen un momento para enfocar e inmortalizar esa sonrisa.
"Ojos negros"


¡Aparta...!

Curiosamente, esta foto la tomé en el mismo prado que la de la mariposa, también al alba, cuando todavía no despuntaban los rayos del sol. había frecuentado el lugar varios días y había observado un zumbido de aleteo estático, la curiosidad me hizo buscar con el oido al causante. ¡Y bíngo! encontré a la mosquita causante, de la familia de las sirfidae cuya característica en vuelo es la gran precisión y rapidez de su aleteo, que les permite volar en posición estática. Estos parecían tener la costumbre de hacer el calentamiento antes de la salida del sol, así que se me ocurrió hacerle una foto en pleno vuelo. La dificultad fué tremenda, pues contaba con poquísimos medios y estaba yo sólo para fotografiarlo. el fondo se me quedaba en el infinito y la luz disponible era escasísima, para complicarlo del todo, a la modelo, parecía no gustarle el difusor blanco de la cámara, pues huía de el, así que tuve que quitarlo para hacer la foto. Para lograrlo, alargué un poco la exposición midiendo al fondo y con el flash en la segunda cortinilla, disparé para congelar el vuelo de la mosca, fue difícil, pues la profundidad de campo era mínima y el tiempo de exposición podía hacer que hasta el disparo del flash, se hubiese perdido el foco.
excelentes macros
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